Esta es la portada que realicé, hace ya unos meses, para "Arrullos", un libro de nanas del poeta extremeño Eladio Méndez, siendo, no obstante, más importante que más que poeta, sea familia.
La portada es sencilla, pues no encontré otro modo de captar toda la ternura de las nanas de Eladio que reduciendo el dibujo a lo esencial, unos brazos que acunan. Porque es ternura lo que rezuma este poemario; hay nanas, como es de prever, amables y sosegadas, en las que lo lógico es que prime la dulzura. Pero también las hay duras y espinosas, que te abofetean sin miramientos, las nanas de madres que duermen a sus hijos sin saber si volverán a despertar. Y éstas también rezuman ternura, porque Eladio sabe que son las que más necesitan de ella.
Y sirvan como muestra un par de botones
PRENANA, PARA EL NIÑO QUE ESPERAS
Pon la mano en tu vientre
cuando sientas que el tiempo
con su dulce cadencia
acaricia tu cuerpo
anunciando la hora.
Pon la mano en tu vientre,
y palpa con mesura
esa vida que aguarda
tras tu piel moldeada.
Cántale con cariño
esas viejas canciones
que de niña aprendiste,
y repite en voz alta
las palabras más bellas
que te dejó la infancia.
Háblale de la rosa,
(pero no le reveles
las espinas que tiene
su sencilla hermosura).
Háblale de las olas,
(pero no le insinúes
que a veces nos destruye
los castillos de arena).
Y sobre todo, háblale
del amor que atesoras
para el día que lo mezas
ANTINANA PARA NO DEJAR
DORMIR A LOS NIÑOS DE AFRICA
Febrilmente asustado,
llora el niño en la noche,
y su cuerpo menudo
lo acaricia la luna.
En esa pobre tierra
donde las hienas gruñen
las nanas con sus risas,
las alas de los buitres
parecen castañuelas.
Febrilmente cansado,
como si fuese un juego,
el niño se adormece
sobre los matorrales.
Febrilmente despierto,
con los ojos cerrados,
el niño se sosiega
cuando despunta el alba.
Las hienas y los buitres,
febrilmente en alerta,
aguardan su alimento
con voraz apetencia.
Abajo podéis ver una foto de cómo ha quedado el libro, pero no esperéis encontrarlo en las estanterías de ninguna tienda, ya que se trata de una edición poco menos que íntima, promovida por la Caja Rural de Extremadura. Y a buen seguro que si se comercializase en las Efnacs y Corteingleses de este país constituiría un "best-seller" prenatal, y Eladio se forraría muy alegremente, como haríamos cualquiera. Pero yo sé que para él lo importante no es que este libro tenga un precio tatuado, sino dárselo en mano a su gente y, con la excusa, disfrutar de un buen vino entre amigos.
A tu salud Eladio !!